No hay parada de churros en Urgell esquina Borrell

Estàndard

El otro , canturreando en la oficina, de repente me veo cantando la canción popular de “Hi ha una parada de xurros al carrer Urgell cantonada Borrell”

Total, que de repente me remomoro a mi infancia cuando me encantaba la canción y me acordé del dia, que en el coche con mis padres, ibamos por el Eixample y jugabamos a decir el nombre de las calles que ibamos cruzando. Cuando de repente, me doy cuenta. ¡Urgell y Borrell son paralelas!

Mi indignación con la canción perdura a dia de hoy. Total, al dia siguiente, en RNE en las noticias escucho no se que de una canción en francés. Y digo… esta canción me suena de algo y no se de que…

 

 

Efectivamente. Es la misma canción, la musica original que dió lugar a la tradicional catalana parada falsa de churros.  “Tous les garçons et les filles” de F. Handy es el título que he descubierto gracias a este super cancionero de la AEC (Acció Escolta Catalana) https://robaisabo.files.wordpress.com/2011/06/canc3a7oner-aec.pdf

El senyor Ramón, era un violador

Estàndard

Ayer, con unas amigas, hablabamos de crianza, de cuentos, villancicos y nanas cuando recordé, un tema que tenia pendiente desde hacia mucho.

¿Que pasa con las letras de las canciones “tradicionales” que les cantamos a los peques? Como padre, me he visto cantando canciones y al analizar la letra digo… osti tu, que chunga!

Ayer todo empezó por la tradición del CagaTió, un tronco al que alimentas para luego pegarle una paliza con un palo para que te cage regalos en navidad. Todo SUPER PEDAGOGICO. A parte de lo escatológico del tema.Pero recordé una canción de mi infancia y que un grupo como Reggae per Xics canta para niños:

El senyor Ramon 
enganya a les criades 
i a les que no ho són 
també moltes vegades. 
Les pobres criades 
quan se’n van al llit, 
tururut, tururut, 
qui gemega ja ha rebut.

Vamos, traducido y simplificado, el tal señor Ramón, es un violador que engaña a las criadas y cuando van a la cama, las fuerza.

Pero no es la única canción, otras tan inocentes como:

El gall i la gallina,
estan en el balcó,
la gallina està dormida
i el gall li fa un petó.
Dolent, dolent, i que dirà la gent?
Que diguin el que vulguin,
que jo ja estic content.

No es una violación, pero es forzar tiene telita. Justifica un acto sexual no consentido diciendo que da igual, yo ya estoy contento.

En fin, ejemplos hay muchos. Pero anoche salieron estos 2 que los tenía en mente desde hace tiempo.

¿Conocéis más casos?

Cuando la maestranza se convirtió en una disco

Estàndard

Hace ya más de un mes que fuí por primera vez al señorial teatro de la Maestranza.  El Liceo de Sevilla para los no hispalenses.

Era un concierto,  que sabía que sería especial.  Por quien cantaba y quien lo organizaba.

Recuerdo cuando hace meses,  dos buenos amigos,  de esos que marcan la diferencia, temían no llenar el teatro.  Eran 1800 localidades.

Esos dos amigos,  eran parte de los profesores que organizaron el concierto.  Un concierto de un coro de chavales de instituto y conservatorios de varios lugares de Andalucía.  Osuna,  Valencina,  Aracena…  120 adolescentes que con sus voces,  hicieron temblar el teatro.  Con sus voces,  y con las 3600 manos que rompían en aplausos después de cada temazo que entonaron sobre el escenario. Y es que no sólo llenaron  el teatro,  sino que hubo gente que se quedó sin entradas.

Musicalmente,  me pareció brillante.  Y es que claro,  este coro ganaron nada más ni nada menos que un premio nacional de coros escolares.

Pero además de la calidad de los críos,  y de los profes,  no vayamos a olvidarlo,   el amor,  compañerismo y otros valores que se respiraba en ese escenario ponía la piel de gallina. Y es que juntar a 120 adolescentes en la edad del pavo y convencerles de que cantar en un coro es “guay”,  no es tarea fácil en esta sociedad de fútbol y realitys.

Escuchar a Michel Jackson o la canción de Fama mientras una bola disco iluminaba todo el teatro fué emocionante,  pero sin duda,  el momento más emotivo para mi fué,  cuando de repente, se apagaron las luces y se proyecta un vídeo de dos de los cantantes recitando la letra de “Que tinguem sort”  de Lluís Llach,  en castellano y un perfecto catalán,  simultáneo,  y acaban dándose un abrazo lleno de ternura. Y ya,  cuando el coro entero empieza a entonar y cantar la canción,  la piel y mis lagrimales reaccionaron de emoción.  No hay que olvidar que ese concierto se realizó el 26 de setiembre de 2015, en plena jornada de reflexión de unas elecciones trascendentales en Catalunya,  con el propio Llach de candidato.

Y es que por una noche pude respirar, vivir,  esa España,  que no cuentan los telediarios.  De esa España de muchos,  que viven con tristeza el procés Català,  y no por que quieran irse,  que también,  sino por la vergüenza de unos dirigentes que no saben ni quieren escuchar ni dejan expresar ni hablar a parte de su ciudadanía.

 

Ps: si queréis saber más de este coro visitar su web: crececantando.com y si,  he tardado más de 1 mes en publicar y digerir el cóctel emocional del concierto.