El otro día, me encontré con un amigo. Estubimos hablando largo y tendido de nuestras cosas, y como suscriptor de Diagonal, me comentó: “oye, no hay mas periódicos sin grupos económicos y/o políticos detrás a nivel estatal?”. Y me quedé en blanco. Pensando, buscando en mi mente… y no supe que responderle. No encontré ninguna otra referencia.
Y eso, me hace estar orgulloso de pertenecer a ese proyecto. También estuvimos hablando de la cooperativa donde trabaja y de la falta de implicación de las personas que pertenecen a dicha cooperativa. Comentaba que no ven la importancia de la toma de decisiones asamblearia, o que no comprenden el cooperativismo como forma de funcionar, lo ven como un simple trabajo donde se les permite decidir un poquito mas.
Mi amigo proviene del mundo de las ONG’s, yo aunque tube un paso por ese mundo, provengo mas de los movimientos sociales mas politizados. Y hablando con este amigo, me di cuenta que tanto un mundo como otro, parecen estar convergiendo en el cooperativismo desde puntos de vista diferentes.
Los “alternativos”, llegan desde una visión politica, desde el asamblearismo. Poco a poco, después de años construyendo alternativas, van afianzando proyectos (como diagonal) y construyendo cooperativas, asociaciones… Mientras que el mundo ongero, proviene mas de subsanar una realidad, una injusticia, y poco a poco, van convergiendo hacia el asamblearismo en red, que lleva funcionando hace años en el mundo alternativo.
Una curiosa convergencia, que me llamó la atención. Quizás en esa unión, en ese encuentro, está el cambio revolucionario que todas necesitamos.
