Hoy, es el Día Mundial de la Salud Mental. Y hoy, me acuerdo de dos grandes amigos de Barcelona, con un diagnostico de trastorno Bipolar.

Hará ya 10 años mas o menos, cuando en mi entorno mas cercano, empezaron a haber problemas de salud mental. En mi grupo cercano de amistades, en poco menos de 1 año, hubo un brote psicotico  (que con los años se convertiria en un trastorno bipolar), otro diagnostico de trastorno bipolar y un par de personas con crisis de ansiedad.

Como comprenderéis, fue una época dura. Uno no sabe como actuar en esas situaciones. ¿Como hablas con una amiga hipermedicada que no recuerda lo que habéis comentado en el paseo del día anterior? ¿Cómo gestiona uno el ser el acompañante? Yo lo gestioné mal. Lo llevé muy mal. Incluso recuerdo que le dije a una gran amiga estudiante de psicología en esos entonces, que si veía que podía ser el siguiente, que me avisara rápidamente. Que si alguna vez necesitaba ayuda profesional, que no dudara en decírmelo.

Aún hoy, me siento mala persona por haberme  alejado un poco de esa gente con el tiempo. No podía, no sabía, estar a su lado.

Y es que en este tipo de enfermedades hace falta información.  Y no solo para la persona afectada, sino para su entorno.

La experiencía con la seguridad social, fué bastante deficiente en uno de los casos. La mandaron al psiquiatra y pastillita cada x horas y visitas cada x meses. Desde mi humilde punto de vista, hace falta un tratamiento integral para estos casos. Mas adelante, esa amiga y mi otro amigo, han tenido mas suerte en la seguridad social, y han acabado en buenas manos. Solo cuando ha habido un equipo de psicólogos y psiquiatras trabajando juntos, se ha notado  una gran mejoría en su calidad de vida.

A veces pienso que yo también deberia haber ido a terapia con ellos. Quizás así, hubiera sabido como apoyarles en los momentos difíciles.

Creo que la prevención es algo básico. ¿Porqué vamos a una revisión al dentista, y no al psicólogo? ¿Porque nos revisamos la vista, y nunca la cabeza? Quizás va siendo hora de dejarnos de prejuicios, y como decía un profesor que tuve en la universidad: “a partir de los 30 años, quien no va al psicólogo/a, lo necesita”.